EN LA SALA DE ESPERA
- Claudia Campo
- 5 abr 2024
- 3 Min. de lectura
Después de la visita al cirujano estuve esperando que mi seguro médico diera la aprobación para realizar el examen del PET scan, después de muchas llamadas y de tres semanas de espera, finalmente me notificaron que no lo habían aprobado y que si deseaba podía apelar la decisión.
Durante esa espera recordaba cuantas veces en nuestra vida tenemos que pasar por tiempos de espera, algunos cortos, otros muy largos, como por ejemplo, cuando esperamos la dulce llegada de un bebé por nueve meses, o la respuesta de una admisión en una universidad, o la aprobación de un préstamo para la compra de una casa, o una respuesta de inmigración a la solicitud de un asilo, una residencia o una ciudadanía de los Estados Unidos.
Sea que queramos o no, siempre tendremos que enfrentarnos con tiempos de espera y lo que hacemos durante ese tiempo está muy ligado con nuestro carácter, nos impacientamos, nos frustramos y hasta nos enojamos o por el contrario, nos llenamos de paciencia y aceptación.

Creo que deliberadamente Dios nos permite pasar por estos tiempos para ayudarnos a crecer y a madurar, pero sobre todo para probar nuestra fe y ayudarnos a desarrollar una confianza más profunda en Él.
La carta del Apóstol Santiago 1:2-4 nos dice:
“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.
Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos
y cabales, sin que os falte cosa alguna”.
Las pruebas y dificultades son parte inevitable de nuestra existencia, pero nunca llegamos a acostumbrarnos a ellas, y mucho menos a sentir “sumo gozo”, sin embargo, esa es la recomendación que se nos da en la Palabra de Dios.
¿Pero qué podemos hacer mientras estamos en las salas de espera de nuestra vida? He aquí algunas sugerencias:
1. Agradecer con anticipación, porque lo que esperamos llegará pronto, Dios tiene su tiempo para cada cosa que se quiere debajo del cielo.
2. Enfocarnos en la realización de otras metas o sueños, incluso más o tan importantes como lo que estamos esperando que suceda.
3. Aprovechar el tiempo mientras tanto, disfrutando de las personas y cosas hermosas que tenemos a nuestro alrededor.
Nunca olvido mientras estábamos esperando por casi un año, que nos llegara la aprobación de la visa religiosa para permanecer en los Estados Unidos, un día pasé por una iglesia en Virginia, que tenía un letrero que decía:
“God´s timing is always perfect”,
en español: “El tiempo de Dios siempre es perfecto”.
Aunque a nosotros nos parezca que se está demorando demasiado en llegar la respuesta, Dios está en el control, Él ve todo el panorama, conoce cada detalle de nuestra existencia y enviará la respuesta en el mejor momento, de acuerdo con su voluntad para nuestras vidas.
El seguro médico no aprobó el PET scan, pero dijeron que podrían aprobar hacerme un CT scan, el problema con ambos exámenes es que entre más aprendo, leo e investigo más difícil me es aceptar el tratamiento convencional y más inclinada me siento a seguir con el protocolo natural que estoy realizando en este momento.
Al final, Dios tiene la última palabra sobre mi vida y como dice Proverbios 16:9 NTV:
“Podemos hacer nuestros planes, pero el Señor determina nuestros pasos”.
Gracias por sus oraciones, los amo con todo mi corazón.
Querida. Claudia admiro tu fortaleza y fe en el Señor siguimos orando 🙏😘