ENCUENTRA LA FELICIDAD EN TU VIDA
- Claudia Campo
- 7 jun 2024
- 5 Min. de lectura
Una de mis películas favoritas se llama “The bucket list” (“Ahora o Nunca” en España o “Antes de partir” en Hispanoamérica), que se estrenó en el 2008. Cuenta la historia de Edward (Jack Nicholson) y Carter (Morgan Freeman) que comparten la habitación de un hospital con un diagnóstico de cáncer terminal y se ven enfrentados a la realidad que les quedan tan solo unos pocos meses de vida.
Al recibir el pronóstico de pocos meses de vida, Carter tira al suelo una lista de las cosas que le gustaría hacer antes de morir -un ejercicio que su profesor de filosofía le había sugerido cuando era estudiante‑, y Edward, un hombre solo y adinerado, la recoge y le dice que deberían hacerlas ahora mismo, y es así como juntos se van del hospital a emprender sus viajes y aventuras, aún en contra de la voluntad de la esposa de Carter.
Recuerdo que antes de ver esta película, desde los 10 años, ya tenía en mi mente la lista de países que deseaba conocer y, a medida que fui creciendo y descubriendo la hermosura de la creación de Dios, mi deseo de viajar y explorar el mundo se hizo cada vez más fuerte porque cada vez que visito algún lugar, no puedo dejar de exclamar como dice la canción: “Cuan grande es Él, cuan grande es Él…” (Ver video al final)
Esta semana, mi amado esposo Pedro y yo hemos estado aprovechando los momentos que vamos viajando en el auto para hacernos preguntas de un juego para parejas y una de las preguntas decía: ¿Cómo te gustaría celebrar los 25 y los 50 años de casados? La primera reacción fue pensar que, a nuestra edad, tal vez no nos alcance la vida para llegar a esos aniversarios, así que ¿por qué esperar? Y entonces comencé a escribir una nota en mi teléfono de los lugares que nos gustaría visitar para celebrar nuestros próximos aniversarios. Cada una de las preguntas del juego tiene un versículo bíblico o una frase de respaldo y una de las frases que encontramos allí fue:
“El mundo es como un libro y los que no viajan, solo han leído una página”
Hasta ahora he visitado unos 34 países, pero si tenemos en cuenta que existen 195 países reconocidos en el mundo, todavía me faltan muchísimas páginas por leer de este hermoso libro, llamado nuestro planeta tierra. Para mí, cada lugar refleja la gloria, el poder y la creatividad de nuestro buen Dios: la variedad de la gente, la cultura, la gastronomía y la belleza de la naturaleza es impresionante o alucinante, para usar un término que utilizan aquí los españoles.
Al final de la película, en una carta que le escribe Carter a Edward antes de morir, le pide un favor, le dice: “Encuentra la felicidad en tu vida” y como respuesta Edward busca a su hija a quien no ha visto por muchos años, se reconcilia con ella y de paso conoce a su hermosa nieta. https://www.youtube.com/watch?v=p1dG7-tWyfs
Y ese es mi mensaje para ti en este día mi amado lector: Encuentra la felicidad en tu vida antes de partir de este mundo, porque como bien dicen, y ya lo he mencionado antes en otros blogs, no tenemos la vida comprada y nuestra partida puede llegar en cualquier momento, cuando menos lo esperamos.
Reconcíliate con Dios y con tus seres amados, si estás distanciado de alguno de ellos, búscalos y pídeles perdón, ama, sirve a otros, viaja, conoce, disfruta, como dice Eclesiastés 9:9
“Disfruta la vida con la esposa (esposo) que amas, todos los días de tu corta existencia que Dios te permite vivir bajo el sol”
Y, sobre todas las cosas, la mayor felicidad y gozo en nuestra vida está en disfrutar de una relación de amor con nuestro Padre Celestial, quien nos ama y siempre está esperando con los brazos abiertos que volvamos a él, como en la historia del hijo prodigo*. El nunca te va a rechazar, nunca te abandonará ni te dejará, siempre estará a tu lado, hasta llevarte con él, de su mano, a la eternidad.
Con amor, Claudia.
Video Canción Cuan grande es Él:
Enlace video canción: https://youtu.be/9_2Q_-tdjNA?si=5QPaoKg0Sf1EHZjQ
Citas Bíblicas:
Juan 6:37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.
Hebreos 13:5 b …Porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré;
Mateo 28:20 Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Juan 10:28-30 Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos.
Lucas 15: 11-32 Parábola del Hijo Pródigo.*
También dijo: Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes. No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse. Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano. Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase. Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo. Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas. Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.
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