“ES UNA SITUACIÓN, NO UNA SENTENCIA”
- Claudia Campo
- 23 feb 2024
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 20 mar 2024
Nunca en la vida me imaginé escuchar a un Doctor decirme: “Claudia, Los exámenes de la mamografía y la biopsia no salieron bien, muestran células cancerígenas, necesitamos hacer estudios adicionales”.
Era una tarde calurosa como casi siempre en el Estado de Florida, iba con una amiga en el carro, camino al consultorio del doctor, cuando me llamó a darme esa noticia y a posponer la cita para la siguiente semana. Mi mundo entero se derrumbó en ese instante, yo solo decía: “Dios mío, Dios mío” una y otra vez, no podía creerlo. ¿Cómo era posible? Si en mi familia por ambos lados, paterna o materna, nunca había habido ningún caso de cáncer que yo supiera. Y la segunda pregunta en mi corazón era similar ¿Cómo es posible que Dios haya permitido que pasara esto en mi vida?
Mientras lagrimas corrían por mis mejillas, mi amiga que iba conduciendo, me dijo: “Claudia, es una situación, no una sentencia. No es una sentencia de muerte, es algo por lo que vas a pasar, pero Dios está contigo y al final, vas a ver que todo va a estar bien”
Después de darle la noticia a mis hijos y a su papá, supe que tenía que ser fuerte y confiar en las promesas de Dios que había aprendido desde que era una niña. Había visto a Dios responder a las oraciones y hacer milagros de sanidad, incluyendo sanar completamente a mi hermana de una enfermedad bipolar que según los médicos era incurable.
Además, recientemente había estado en un evento de liderazgo del equipo de John Maxwell en Cancún y él había dicho como parte de su enseñanza:
“Si tienes un problema eres un candidato para un milagro,
Si tienes un problema pequeño, eres un candidato para un milagro pequeño,
Si tienes un problema grande, eres un candidato para un milagro grande,
Pero si tienes un problema gigante, eres un candidato para un milagro gigante”
Yo sentía que tenía un problema gigante, así que lo primero que hice después de recuperarme de la tremenda sorpresa fue empezar a invocar el favor y la misericordia de Dios, pidiendo por un milagro. Y lo siguiente fue acudir a todos mis amigos y familiares para que se unieran a mi pidiendo por un milagro.
En realidad, cada día de nuestra vida es un milagro, sea que haya un diagnóstico de enfermedad o no, el poder respirar y abrir los ojos cada mañana al despertar, es un milagro y el regresar a casa cada noche, sanos y salvos, después de un día de trabajo o de actividades, es un milagro.
Albert Einstein dijo: “Hay dos formas de ver la vida: Una es creer que no existen los milagros, la otra es creer que todo es un milagro”, yo he escogido vivir creyendo que todo es un milagro, que mi vida entera está en las manos de Dios y que como dice el Salmista en el Salmo 118:17
“No moriré, sino que viviré para contar las obras del Señor”
Tal vez ahora mismo, tú también estás pasando por una situación o un problema que parece grande o incluso gigante, puede ser una situación de salud o un problema personal o una situación financiera difícil, pero déjame recordarte, al igual que lo hizo mi amiga conmigo:
“Es una Situación, no una Sentencia”.
No es el final de tu vida. Es una oportunidad para aprender una lección, es una oportunidad para ver el poder de Dios actuando sobre tu vida y es una oportunidad para recibir un milagro de parte de Dios.
Génesis 18:14 dice: ¿Acaso hay algo imposible para Dios? Esa situación que estás enfrentando, Dios la conoce y Él está en el control y en su debido momento, la respuesta y la solución llegará a tu vida, así como a la mía.
Este es el primer blog que escribo para compartir contigo este viaje de milagros, sanidad y recuperación, así que te invito para que me acompañes en este trayecto y a través de este medio contarte acerca de las lecciones que voy aprendiendo a lo largo del camino, con la esperanza y el deseo de que para ti sea medicina preventiva y no curativa.
¡Bienvenidos a mi blog y muchas gracias por tu amable compañía!
¡Que Dios te bendiga!
Comments