SI PUDIERA VOLVER ATRÁS...

Una noche de la semana pasada estaba cansada, pero todavía era muy temprano para ir a dormir, entonces decidí buscar una película para entretenerme por un rato y me llamó la atención un título, Un matrimonio hecho en el cielo, se trata de un presentador de un programa de televisión que se encuentra frustrado porque se siente solo, su esposa, cansada de que él nunca tenía tiempo para ella, lo había abandonado y se había casado con un antiguo compañero de escuela.

De repente aparece un ángel que le ofrece la oportunidad de volver atrás y revivir una semana de su vida, la que él quiera, para hacer todo de una manera diferente. Él escoge justo la semana en la cual su esposa se había reencontrado con ese amigo, para organizar la reunión de clase de la escuela.

Cuando el protagonista revive esa semana de su vida, de la mano de su ángel guardián se da cuenta que él sí podía hacer las cosas de una manera diferente y le da prioridad a su esposa y sus hijos que tanto ama, en lugar de su trabajo.

Al final de la semana, temiendo que iba a volver a la realidad y la soledad, se da cuenta que, al haber actuado de una manera distinta, había reconquistado a su esposa y ella se había quedado a su lado.

Esa historia me hizo reflexionar y preguntarme, si yo tuviera la oportunidad de revivir una semana de mi vida,

¿Cuál sería y qué haría diferente?

Y pensé que sería la semana en que me dejé llevar por mis sentimientos y cometí una infidelidad que condujo al divorcio de mi primer matrimonio. Lo que habría hecho diferente, hubiera sido buscar ayuda recurriendo a mis líderes o mis mejores amigas. Pero desafortunadamente en ese momento no tuve el valor de hacerlo y mi vida tomó un giro de culpa, vergüenza y dolor, no solo para mí, sino para todos los que me rodeaban.

Gracias a Dios, tenemos un Padre Celestial que nos perdona y promete que, si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad.[1] Y no solo nos perdona, sino que también nos libera de la culpa y la vergüenza.[2]

La culpa es una de las emociones más tóxicas que podemos albergar en nuestro interior, envenena nuestra alma y enferma nuestro cuerpo sin que ni siquiera nos demos cuenta, pero en Jesús podemos encontrar la liberación y la restauración de todo nuestro ser. Es más, la Palabra de Dios nos anima a no traer a la memoria las cosas pasadas, porque Él en su misericordia, hará cosas nuevas en nuestra vida[3] y además, porque Él borra nuestras rebeliones y nunca más se acuerda de ellas[4].

Así que nosotros debemos reflexionar en lo ocurrido para aprender la lección, no volver a cometer los mismos errores y con la ayuda de Dios, seguir adelante hacia el futuro maravilloso que Él tiene preparado para nosotros.[5]

En la realidad, no tenemos la oportunidad de volver atrás, pero tenemos el regalo del presente, así que piensa y reflexiona:

¿Qué harás diferente esta semana para luego mirar atrás y no tener nada que lamentar?

Con mucho amor, Claudia

[1] 1 Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

[2] Colosenses 1:22 NTV Pero ahora él los reconcilió consigo mediante la muerte de Cristo en su cuerpo físico. Como resultado, los ha trasladado a su propia presencia, y ahora ustedes son santos, libres de culpa y pueden presentarse delante de él sin ninguna falta.

[3] Isaías 43:18-19 No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.

[4] Isaías 43:25 Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.

[5] Filipenses 3:13-14 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, 14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.