ÁNGELES CON ACENTO EN ESPAÑOL
- Claudia Campo
- 23 feb 2024
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 20 mar 2024
Cuando comenzaron a hacerme los exámenes que llevaron al diagnóstico de células cancerígenas en el seno izquierdo, me encontraba en un momento de mi vida en el que sentía que estaba completamente sola. No tenía nadie de mi familia a mi alrededor y desde la pandemia estaba trabajando desde la casa, lo que generalmente me mantenía en un estado de aislamiento y soledad.
Asistía a la Iglesia los domingos, pero solo tenía conocidos, así que le pedí desesperadamente a Dios que por favor colocará personas en mi camino que fueran de apoyo y soporte en ese momento tan particular de mi vida.
Una noche estaba saliendo de la Iglesia Americana donde asistía, cuando escuché un grupo de chicas conversando animadamente en español, de inmediato me acerqué a ellas y supe que Dios había respondido mi oración.
Pocos minutos después de conocerlas, les conté la situación por la que estaba pasando y cómo le había pedido fervientemente a Dios que colocará en mi vida personas que pudieran apoyarme en esos momentos.
Su respuesta fue clara y contundente: “Estamos aquí para ayudarte, escoge con cuál de nosotras quieres ir a tu próxima cita médica”. Y de esa manera, a la siguiente cita, una de ellas fue conmigo, y así sucesivamente algunas de ellas tomaron turnos para acompañarme y apoyarme en las diferentes citas y exámenes. De allí en adelante, estas bellas mujeres han sido una gran fuente de inspiración, aliento y fortaleza en mi vida. Cada una de ellas ha sido como un ángel que me ha mostrado el amor de Dios y me ha recordado que estamos aquí en este mundo para ser instrumentos en las manos de Dios para llevar consuelo y fortaleza a tantas personas que necesitan de una sonrisa, compañía o una palabra de aliento.
Proverbios 17:17 dice: “En todo tiempo ama el amigo,
y es como un hermano en tiempo de angustia”.
Doy gracias a Dios por esas amigas del grupo “Formidables y Maravillosas” (Fearfully and wonderfully made) que han estado a mi lado, se han preocupado por mi y me han acompañado desde el primer momento que las conocí. Gracias amigas, gracias ángeles, por ser como hermanas para mí en un tiempo de angustia.
Como dice una frase de un autor anónimo: “Los amigos son como
ángeles que te dan alas cuando las tuyas no se acuerdan de cómo volar”.
Y por esas amigas bellas y otras más, por mi hermana Mónica, mi madre, mis hijos, mi familia, y sobre todo por el inmenso e infinito amor de Dios, quien nos recuerda que en realidad nunca estamos solos, porque Él prometió: “No te desampararé, ni te dejaré”, por todos ellos, hoy estoy de pie y con muchos deseos de volar y de volar muy alto para también poder ayudar a otros que lo necesiten.
Finalmente, en mis momentos de soledad, recordé que no estaba completamente sola porque en Isaías 43:2 Dios dice:
“Cuando pases por aguas profundas, yo estaré contigo.
Cuando pases por ríos de dificultad, no te ahogarás.
Cuando pases por el fuego de la opresión, no te quemarás;
las llamas no te consumirán”
Dios nos promete en su palabra que cuando pasemos por las aguas profundas de los problemas y tribulaciones, Él estaría con nosotros. Así que no tengas temor, no estés triste ni afligida, El Dios Todo Poderoso está contigo y conmigo y nos ayudará a salir adelante sin ahogarnos ni quemarnos en el dolor o la aflicción.
No sé en qué situación te encuentras en este momento, si necesitas apoyo o eres tú ese ángel enviado por Dios para dar apoyo y fortaleza a otros, pero en cualquier caso, recuerda esa frase que dice:
“Todo el mundo está pasando por un problema, acaba de salir de
un problema o está a punto de entrar a un problema”
Así que, déjate usar por Dios, en mi caso, no sé qué hubiera hecho de no haber sido por ese grupo de mujeres guerreras de oración y generosas de corazón que me dieron la mano y me ayudaron a volar cuando más lo necesitaba.
Y tú, ¿A quién puedes extenderle la mano hoy para ayudarle a volar?
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